El lugar que comentaré queda de nuevo en Tarma, la tierra que me vio crecer. El lugar se llama El señor de Muruhuay y está ubicada en el distrito de Acobamba. Es una imagen de un Cristo crucificado pintada en una roca, y se halla en la falda del cerro Shalacoto.
La Cruz, rojiza, fue la aparición original sobre la cual los pobladores pintaron a Cristo Crucificado. En el mismo Muruhuay y cerca de la roca, se erigió una iglesia donde se lleva a cabo la tradicional fiesta del Señor de Muruhuay.
La palabra Muruhuay hace referencia a una epidemia de viruela que asoló la región mucho tiempo atrás. En lengua quechua, según mi abuela, "muro" quiere decir viruela y "Huayi" o "wasi" quiere decir casa “casa de la viruela”.
Se encuentra a 10 kilómetros de Tarma y la combi que va directo al lugar, para los que nos gusta chapar nuestra combi, es de color crema en la parte superior y negro en la inferior del carro (ver la foto). Al llegar observaremos la linda iglesia que se caracteriza por su estilo suizo, con tres campanas en la torre.
La experiencia me resulto agradable porque gente católica de toda clase social, raza y nacionalidad experimenta una especial religiosidad y donde sus corazones se ablandecen. Los no católicos también disfrutarán de observar una bella construcción hecha en 1920, y comer en uno de los resturantes cercanos que preparan, de forma especial, la rica Pachamanca. Así que la recomiendo mucho y recomiendo ,sobretodo, aclimatarse para no desperdiciar el viaje.
Y agregando alguito más, ahi tuvo lugar mi primera comunión.
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